LA POLITICA

LA POLITICA CON CHOCHO VOLADOR

Recuerdo lo que mi madre me contaba acerca de los mítines políticos de 1931 de cualquier color a los que acudía, y en los que los oradores, al final, siempre decían lo mismo con el fin de conseguir un voto:

Españoles valientes y bizarros, sabed que con nuestro partido si perdéis un llavero, le encontraréis en el cuartelillo o en la casa del pueblo, o la sede del partido. Si perdéis una cartera con billetes, la encontraréis igualmente en los mismos sitios, pero sin dinero.”

Esto viene a cuento porque hoy, como ayer, los políticos españoles vienen a prometernos lo mismo con el fin de conseguir un voto y su gobierno; a unos y otros su contingente cada dios les envía.

Por un lado, están los Insultantes sacro fachas y por el otro, los Presumidos agnósticos y ateos. Todo ellos vienen a sus mítines con sus diferentes dioses montados en borricos.

A la batalla vienen. Hostias con ondas van a darse y nos darán. Ya desquician las villas, ciudades, cuadras y corrales. Ya ensucian muros, paredes y paneles con su propaganda. Arrojarse unos a otros del gobierno o los gobiernos quieren. Es difícil que con tanta fuerza represiva que tenemos el combate llegue a ser sangriento. A no ser que la tierra se estremezca, y el cielo tiemble.

Los borricos, al ganar las elecciones, un Rebuzno darán: y étele a los demás borricos rebuznando, unos victoriosos, otros aturdidos. Estos, como gamos por el campo huyendo; los otros como raposos llegando al bastón de mando.

Todos ellos manchados con la prevaricación, el saqueo, el embuste, el engaño, pero soñando con alcanzar la gloria de su victoria dedicada a “Chocho volador”, diosa de nuestra Democracia, cuyo culo a los Polos tocan; quien, cual Mata Hari, ve cómo aquí cae ese; allí, ese otro; allí, otro; por acá, otro; por allá, ese otro; acullá, este; son muchas cabezas y más manos para mojarse y ponerse la pasta gansa por sombrero.

Espero y deseo que se venera a “Chocho Volador” como se merece, pues su valor excede a todos ellos. Quien se verá en la obligación de arrojarles a todos ellos al infierno llamado “talego”.

Sin embargo, la nebulosa atmosfera que corona el ambiente no disipará el eterno Rebuzno que canta:

En Democracia como en Dictadura, hemos nacido para robar. ¡Viva Chocho Volador y Ali Babá y los cuarenta ladrones”.